Domina el arte de tomar apuntes: símbolos, técnicas y creatividad para estudiantes
Con Moleskine como tu mejor aliado para pensar, organizar y aprender.
Anotar no es solo escribir. Es un acto de presencia, atención e intención. Es transformar lo que escuchas en conocimiento útil. Es captar lo esencial, interpretarlo, darle estructura y hacerlo tuyo.
En este artículo, descubrirás las técnicas más eficientes y visuales para convertir tus apuntes en una herramienta poderosa para aprender, estudiar y crecer. Y lo harás de la mano de una Moleskine, diseñada para acompañarte en cada paso del camino.
Porque tomar apuntes a mano no es solo un hábito académico; es una forma de conectar con tu mente creativa. Y cuando esa conexión sucede en una libreta Moleskine, la experiencia cambia por completo.
¿Por qué importa cómo tomas apuntes?
Puede que lleves años llenando hojas en clase. Pero la forma en que estructuras tu conocimiento influye directamente en tu comprensión, tu memoria y tu rendimiento.
Tomar apuntes no significa copiar todo. Significa filtrar, pensar, priorizar. Y cuando lo haces en papel, ese proceso mental se vuelve más profundo, intuitivo y natural.
Las libretas Moleskine con su diseño minimalista, papel de alta calidad y formatos versátiles son ideales para este tipo de escritura consciente. Te permiten personalizar tu sistema sin distracciones y con una estética que eleva el valor de lo que anotas.

Además, el acto físico de escribir estimula áreas del cerebro asociadas con el aprendizaje. Múltiples estudios han demostrado que los estudiantes que toman apuntes a mano comprenden y retienen mejor la información que aquellos que solo escriben en dispositivos digitales. El papel ofrece menos estímulos externos, más enfoque y una mayor conexión con el contenido.
1. Método Cornell: claridad, estructura y memoria
En los años 40, Walter Pauk, profesor de la Universidad de Cornell, observó cómo tomaban apuntes los estudiantes más exitosos. De ahí nació el método que lleva el nombre de su universidad: Cornell, una técnica que sigue vigente por su simplicidad y eficacia.
¿Cómo aplicarlo en tu Moleskine?
Divide la página en cuatro secciones:
- Encabezado: anota tema, fecha, profesor.
- Notas de clase (columna derecha): todo lo importante que se dice o se muestra.
- Ideas clave (columna izquierda): palabras clave, preguntas, relaciones.
- Resumen (parte inferior): sintetiza con tus propias palabras.

Hazlo más funcional con una Moleskine rayada, cuadriculada o de puntos. Puedes marcar las secciones con lápiz, color o cinta decorativa.
Este método es ideal si te cuesta organizar ideas al vuelo. Te obliga a pensar en la jerarquía de la información y a sintetizar desde el primer momento.
2. Página dividida: toma decisiones mientras escribes
Divide cada página en dos columnas: una para ideas clave y otra para su desarrollo. Este método es más flexible que Cornell y permite adaptar la estructura a tu estilo.
Usa esta técnica cuando necesites filtrar información rápidamente o repasar antes de un examen. Puedes incluso dedicar la columna derecha a resúmenes visuales o mini esquemas, y la izquierda a definiciones y conexiones con otros temas.
3. Apuntes visuales: tu creatividad también estudia
Moleskine Sketchbook o Art Collection: tus aliadas para pensar en imágenes
¿Recuerdas mejor con dibujos, esquemas o conexiones visuales? Entonces esta técnica es para ti.
Utiliza mapas mentales, iconografía, colores, flechas o lettering para hacer tus apuntes más memorables. Este enfoque es ideal para asignaturas conceptuales, como historia, filosofía o biología, donde las conexiones importan tanto como los datos.

Además, al estimular tanto la vista como el pensamiento abstracto, los apuntes visuales ayudan a retener ideas complejas con mayor facilidad. Incluso puedes integrar viñetas, símbolos o elementos gráficos que despierten tu interés y motiven el estudio.
Tip Moleskine: La libreta Sketchbook o la colección Art están hechas para este tipo de uso: papel resistente, liso y pensado para tintas, marcadores, lápices de colores y más.
4. Códigos y símbolos: escribe más con menos
La clase va rápido. Tu mano no da abasto. Aquí es donde entra tu sistema de símbolos y abreviaturas.
Crear tu propio código visual te permite anotar con mayor velocidad y claridad. Un sistema simple puede hacer la diferencia entre perder la idea o capturarla justo a tiempo.
Ejemplos útiles:
- ➤ = causa
- ⟶ = consecuencia
- ≠ = diferente
- ↑ = aumento / mejora
- 💡 = idea clave
- ? = duda
- ✔ = confirmado
Tip Moleskine: Usa las últimas páginas de tu libreta como diccionario de símbolos. O pega una hoja de referencia en la contraportada expandible. También puedes usar separadores o post-its para acceder fácilmente a tus códigos.
5. Diseña tu propio sistema (y que tu Moleskine lo refleje)
No todas las técnicas funcionan para todos. La clave está en combinar lo que mejor te funciona: Cornell para clases teóricas, visual para materias creativas, símbolos para todo.
Una Moleskine te permite jugar con formatos: usa una libreta grande para proyectos ambiciosos, una de bolsillo para ideas fugaces, una cuadriculada para datos precisos y una lisa para explotar tu lado artístico.

Extra tip: Usa colores o estilos de letra para organizar tu contenido por importancia. Por ejemplo, puedes escribir títulos en mayúsculas, subrayar conceptos clave o utilizar recuadros para destacar definiciones.
Apuntar como hábito, escribir como ritual
Tu libreta es más que una herramienta. Es un espacio para estructurar tus ideas, vaciar tu mente, organizar tu estudio y explorar tu creatividad.
Cuando tomas apuntes en una Moleskine, conviertes una tarea académica en una experiencia personal. Escribir se vuelve un acto de diseño, atención y autoexpresión.
Cada trazo tiene intención. Cada página es una oportunidad para aprender mejor, y también para conocerte más. Porque tus apuntes no solo son un registro: son un reflejo de tu proceso, tu esfuerzo y tu forma única de pensar.
Así que elige tu Moleskine, crea tu sistema, dale vida a tus ideas y conviértete en el autor de tu aprendizaje.
Por Lizzette Pichardo