Cómo empezar un Diario de Viajes: 8 ideas y técnicas creativas para tu Travel Journal
Viajar es uno de los mayores actos de creatividad. Cada trayecto nos transforma: despierta la curiosidad, afina la mirada y nos invita a observar el mundo con otros ojos. Pero el verdadero viaje comienza cuando decides documentarlo, cuando haces de la experiencia algo tangible que puedes volver a leer, hojear o revivir con el tiempo.
Un diario de viajes es más que un cuaderno. Es un espacio íntimo donde convergen palabras, trazos y recuerdos; donde el papel se convierte en mapa de tu memoria. Cada página te invita a detenerte, reflexionar y dejar huella de lo que viviste, sentiste y soñaste.
En este artículo, te compartimos ideas y técnicas para comenzar tu diario de viajes y transformarlo en un archivo personal lleno de arte, emoción y propósito.
1. Comienza soñando: planea tu viaje antes de partir
Todo viaje empieza con una idea. Antes de hacer maletas, abre tu Moleskine y dedica las primeras páginas a soñar con lo que está por venir. Escribe tu lista de destinos, itinerarios y deseos: cafés escondidos, paisajes que anhelas ver, museos o librerías que te emocionan.
Dibuja pequeños mapas mentales, escribe citas de lo que te identifica, o anota las emociones que sientes antes de salir. Estas primeras páginas serán el prólogo de tu aventura.

Puedes utilizar: Una Agenda Moleskine. Su estructura de una página por día te permite organizar cada detalle: desde vuelos y horarios hasta pensamientos previos al viaje. Incluye herramientas de planificación, adhesivos y un papel marfil de gran calidad que transforma la organización en un ritual de elegancia y propósito.
2. Conserva los recuerdos físicos: boletos, mapas y etiquetas
A lo largo del viaje recolectarás fragmentos del mundo: boletos de avión, recibos, postales, servilletas con dibujos, hojas secas o etiquetas de vino. Cada uno tiene su propia historia. Guárdalos y pégalos en tu Moleskine junto a breves anotaciones: dónde estabas, quién te acompañaba, y lo qué sentías.
Estos pequeños detalles transformarán el diario en una experiencia táctil y visual, un collage que cuenta la historia de tu recorrido de una forma única. No busques el orden perfecto: deja que los recuerdos se mezclen, se superpongan y dialoguen entre sí.
Puedes utilizar: Una Libreta Clásica Moleskine, en cualquiera de sus tamaños y colores. Su diseño icónico y páginas rayadas o blancas color marfil son perfectas para combinar escritura y collage. Esta libreta, heredera de la tradición de los artistas y escritores que viajaban con una Moleskine en el bolsillo, es el espacio ideal para plasmar tus aventuras con autenticidad y elegancia.
3. Dibuja pequeños mapas o escenas cotidianas
Los bocetos son una forma poderosa de recordar. Un trazo rápido del horizonte, el plano de una ciudad o la silueta de un edificio pueden capturar lo que una fotografía no logra: la emoción del momento. No necesitas ser artista; lo importante es observar con atención y dibujar con el corazón.
Ilustra la ruta que seguiste, el desayuno que te encantó o la vista desde tu ventana. Estos dibujos no solo embellecen tu diario, también te conectan con la calma y la atención plena.

Una buena opción es: Un Logbook de arte con hoja punteada, pensada para quienes aman escribir y dibujar sin límites. Sus páginas punteadas permiten trazar líneas limpias o escribir libremente, y su papel de 120 g/m² resiste distintos tipos de tinta y lápiz. Además, cuenta con índice, solapa con página clave, stickers y dos cintas marcapáginas: una estructura perfecta para viajeros creativos que combinan planeación y arte.
4. Crea listas que guarden momentos y emociones
Durante el viaje hay sensaciones fugaces que merecen quedar registradas.
Haz listas rápidas de lo que te rodea:
- Sabores que probaste por primera vez.
- Sonidos característicos del lugar.
- Palabras en otro idioma que aprendiste.
- Personas con las que hablaste, aunque fuera solo un instante.
- Cosas que te hicieron sonreír.
Estas listas se convierten en pequeñas cápsulas de memoria que, al releerlas, te transportan de vuelta al momento exacto en que las escribiste.
5. Escribe relatos breves o reflexiones personales
Cada jornada deja una historia: una caminata sin rumbo, una conversación en otro idioma, una lluvia inesperada. Dedica unos minutos al final del día para escribir una breve crónica o reflexión. No necesitas seguir un formato; deja que tus palabras fluyan con la naturalidad de quien se está contando un secreto.
Con el tiempo, estas notas se convierten en una narrativa personal de tus viajes, una forma de conocerte mejor a través de lo que observas y sientes en cada lugar.
Puedes usar: Las Libretas Clásicas Moleskine o la Logbook Arte, según tu estilo. Ambas se abren a 180°, ideales para escribir cómodamente desde cualquier superficie. Ya sea que prefieras la estructura rayada o la libertad de las páginas punteadas, cada una invita a transformar tus pensamientos en arte.
6. Usa códigos, símbolos o colores
Si te gusta la organización visual, incorpora símbolos y códigos de color a tu diario. Usa viñetas para marcar experiencias, colores para emociones o stickers para resaltar momentos clave. Este sistema, inspirado en el método bullet journal, convierte tus notas en un mapa emocional y práctico de tu viaje.

7.Añade fotografías y collages visuales
Incorpora imágenes que cuenten tus historias visualmente. Imprime fotos pequeñas, recortes de revistas o polaroids, y combínalas con palabras o fragmentos de texto.
Una página con una foto, una cita y una breve reflexión puede capturar la esencia de todo un día de viaje. No se trata de crear un álbum, sino de construir una narrativa visual que respire autenticidad.
Puedes utilizar: El Estuche Diario de Viajes Moleskine. Este formato está diseñado especialmente para viajeros. Su estructura guiada te permite registrar antes, durante y después del viaje. Con pasta dura, hojas blancas y 400 páginas, es ideal para pegar fotos, mapas, recuerdos, o escribir listas y reflexiones. Un espacio para soñar, planear y archivar tu viaje en un diario.
8. Cierra con tus aprendizajes y agradecimientos
Al final de cada viaje, dedica unas páginas al cierre. Escribe lo que aprendiste, lo que te sorprendió, lo que cambió en ti.
Haz una lista de agradecimientos: a las personas que conociste, a los lugares que te acogieron, a ti mismo por atreverte a salir.Esa última parte se convierte en un espejo emocional que te recordará por qué viajar te transforma.
Puedes usar: Cualquier Moleskine que haya sido tu compañera. Cada una guarda las huellas de tu trayecto: el desgaste de la tapa, las manchas de café, las esquinas dobladas. Son detalles que narran tanto como tus palabras.
Tu Moleskine es tu mejor compañera de viaje documentar tus viajes no es solo registrar lo que ves, sino darle forma a cómo lo sientes. Una Moleskine transforma ese proceso en una experiencia estética y personal. Ya sea que elijas la Agenda, una Logbook, una clásica, o el Estuche Diario de Viajes, cada formato ofrece una forma distinta de vivir la escritura y el recuerdo.
Escribir en papel también es una manera de viajar más despacio, de observar con detalle, de reconectar con lo esencial. Tu diario de viajes será el testimonio de tus pasos, pero también de tus pensamientos, tus emociones y tus descubrimientos. Viajar deja huellas, escribirlas las vuelve eternas.
Por: Lizzette Pichardo